domingo, 2 de noviembre de 2008

En Texcoco, los muertos viven

Ya seeee que en otras ciudades también, pero aquí en Texcoco parece navidad, todos en la euforia de comprar fruta, ingredientes para el pan de muerto, veladoras, flores, papel picado para las ofrendas. La calle de Mina, frente a la plaza de las tradiciones parece una de las del Distrito Federal.


Nosotros pusimos la ofrenda dedicada a mi papá, que por supuesto no ha muerto en nuestra memoria y colocar los garapiñados, las cervezas, el pan, nos hace sentirnos muy cerca de él, aunque ésta costumbre no haya sido mía desde que nací, como en el caso de mi esposo.


Aunque éstos hayan sido días complicados, pues mi mamá que estuvo de visita más de 20 días ayer decidió partir a tierras norteñas nos dejo muy muy tristes, a mi más porque fueron los mismos que no hice de comer, jejejejejej; mi mamá venía con premio, un sobrino nieto de casi tres años alias "el prici" y nos deja la sensación que la casa esta vacía sin él, todavía queda algo para disfrutar.

El viernes en la tarde, por las compras de última hora, tomamos carretera a chiconcuac a comprar x cosa, y el distraído de mi hermano que iba detras de mi y por fortuna dejó pasar a un camión, se estampó en su defensa y eso que ibamos a 2 km. por hora; en fin, el sonido de un choque es traumático y más si por el espejo lo veo cada 6 segundos y en el otro vistazo ya está todo engarruñado.


No fué gran cosa, no le pasó nada, a mi hermano al carro si, pero el seguro se hará cargo, eso dijeron todavía falta que sea cierto pues hasta diciembre se lo regresan. La situación permitió que pensará que lo único grave hubiese sido un muerto o un herido en el accidente, de a buenas que no, pues aunque nos pongan gran altar y nos recuerden con gusto, no nos queremos despedir de éste mundo matraca.


Si das una vuelta por los pueblos de alrededor de Texcoco, huele a éstas fiestas,no a muerto, a pan recién horneado, flores de cempazúchitl, copal e incienso todo revuelto que al respirar trae a tu memoria a los que se fueron pero siguen aquí.

Papá: Que bueno que te quedaste, en el humor que manejamos, en los consejos que nos diste, en las bromas macabras que todavía nos gastamos,en los recuerdos de mamá que cada que hace algo importante siempre te menciona, en las cejas del loco Valdés que a todos nos caracteriza, en el olor de una cerveza en tiempo de calor, en la resistencia a comprar cobijas en tiempo de frío porque vestido dormías muy agusto, en los tamales de chile "coloráo", en el caldo de pollo con cebolla picada, y en el café sin azúcar que me enseñaste a tomar de tu termo que te había acompañado a tu viaje en tren hasta sierra mojada y de regreso, ya ves sigues aquí, en Texcoco vives, en mi memoria también.