sábado, 26 de julio de 2008

Tengo 3 hijas del repartidor...

Pero no del repartidor de leche, porque desde que venden LALA en la tienda de la esquina ellos se extinguieron.
Tampoco del repartidor de periódicos, porque desde que existe internet ya casi nadie lo compra.
Del de las pizzas, menos, porque con el incremento de mamás trabajadoras y menos amas de casa, siempre traen prisa.
Mis jijas son hijas del repartidor de culpas, es decir mi marido.
Tiene un hobby aparte del futbol, repartir culpas, ojala fueran pulpas RAGO que me encantan, pero no, lo de él son las culpas.
Si las jijas hacen algo que a él no le parece y en lugar de regañarlas me ubica cual misil a su blanco y me dice: " tu tienes la culpa... por tal o cual cosa".
Si le platico algun problema de mi trabajo, su respuesta es, "tu tienes la culpa", pero el colmo fue el viernes que fuimos a tlaxcala a la inscripción de la jija mayor, veníamos de regreso de un pueblito llamado Contla, y nos acordamos que en otra visita para ir al banco a Apizaco me equivoque de ruta y puebleamos como una hora, así que me dijo: "te acuerdas cuando por tu culpa nos fuímos por donde no era?" y yo evoqué a mi jefa Vazquez Mota y pensé: Dios mío hazme viuda por favor!!!!
Aunque por mucho tiempo he discutido con él sobre los argumentos válidos para un diálogo, las sugerencias, los consejos, que se yo, NOOOOOO al proveedor del hogar nomás no le entra, él las reparte y casualmente nunca dice , sorry fué mi culpa.
Que afán de encontrar un cupable para todo, y eso que no es juez de un ministerio público porque imagino cerraba rápidísimo los casos.
En fin, quejarme no sirve de nada, pero ya era tiempo de contarlo.
En unas horas partimos a dejar a la jija a su nuevo destino, ya que el lunes inicia sus clases en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, se que te irá muy bien mi niña, pero si repruebas..... SERÁ MI CULPA!!!!!!!!

domingo, 20 de julio de 2008

Feliz cumpleaños a mí!!!!!!

Pues si, el pasado 18 de julio llegué a mis 41 años.




Recibí algunos regalos, de las jijas de su cumpleañera madre, abrazos, de mi obligado compañero de vida, rosas rojas, de un tío político rosas, de mi agregado yerno, chocolates, de mi concuña un collar, 7 mensajes de texto burlandose de mi edad y prodigando afectos, 1 mail chusco y 1 mail de un amigo que andaba ausente, aunque ese fué casual.



Y la vida se encargó de mandarme de obsequio, una prueba de que los años no pasan sin consecuencias, mis lentes con graduación que en un principio serían bifocales, pero luego decidí que no, que serían unos de proyección y con antireflejante.
Para leer, para ver de lejos, y para manejar, oseaaaaaaa, todo el día necesito los lentes; al principio pense que el oculista me diría que solo para leer y manejar los necesitaría, pero noooooo me hacen má falta más de lo que pensé, todo el día estará mejor.
Forcé demasiado la vista, ya que desde hace algún tiempo los necesitaba pero me resistí y ahora debo pagar las consecuencias de mis actos, y me pregunto ¿ que otros sentidos habré forzado también? Saaaaaabeeeee, el tiempo lo dirá.
No puedo creer que llegue a los 41, si me siguen gustando escuchar la música a todo volúmen como adolescente, comer tierra, acostarme en el piso para sentir el frío en mi mejilla, las gomitas de gajo de naranja, los elotes con chile, reírme muy fuerte, sacar el brazo por la ventanilla cuando viajo y tratar de detener el viento.
Entonces a la mitad de la vida, mis gustos se amplían, pero hay algunos que no pasan de moda.
Ayer, recibí un último regalo, un desayuno en tipo bufette en los portales de Tlaxcala, me encanta, y en compañía de mis jijas, esposo y hasta el suegro. Comí menudo, (molito de panza para los tlaxcaltecas) mi comida favorita, así que por mis 41, si fué un feliz cumpleaños.
Espero disfrutar el inter hasta los 42, gracias a los que me quieren por sus llamadas.

viernes, 11 de julio de 2008

Cuando los hijos se van

De seguro regresan.


La jija mía cumplirá uno de los muchos sueños que tiene, huír de casa, lejos... pero no se le hizo pues no se va tan lejos, la Universidad Autónoma de Tlaxcala tuvo a bien recibirla en una de sus Facultades, y ella ni tarda ni perezosa (bueno es un decir) se enrolará en sus filas.
Para colmo de mis males, sus clases inician el día 28 de julio, osea ya, así que nos tiene al borde del abismo pues es prioridad ir a buscar un cuartucho de azotea tipo "Un rincón cerca del cielo" para que de ahora en adelante sea Amarga López, y se busque su propio Pedro Infante.
En fin, me imagino que ella solo pensará en su valiosa autonomía, en despertar sin nuestras melodiosas voces, en hacer lo que quiera a la hora que quiera, cooosi, y yo como buena madre mexicana pienso en si habrá que comprarle cama, una mesa, un sartén, 2 juegos de sábanas, productos de limpieza, etc. luego pienso también que se las arregle como pueda que para eso vivirá sola, pa que aprenda.
Y aunque quiera no puedo evitar sentir mucha tristeza porque ya se va, ... pero se que volverá.
Luego sin querer pienso, de las tres que yo tenía... de las tres que me quedaban... peeeero ya seeeee, todavía falta mucho para que vuele con alas propias.
Mi esposo no habla de la huída, solo de los regresos en fin de semana, que imagino al principio así será, pero en un año quien sabe. Me amenaza, no vayas a llorar! no se va tan lejos, va a estar viniendo, (ilusssso) le voy a comprar un NEXTEL, que tal si nos necesita y algo le pasa a su celular, el otro año le compramos carro, y pienso yo, que tal se descomponen las combis.
No es esa una manera de llorar...
Cuando yo me fui de mi casa, a los 15 años, en aquellos tiempos dijo Jesús, a estudiar la Normal de Educ. Preescolar en la capital del Estado (Saltillo) ni me rentaron cuarto, mucho menos depa, ni había celular, ni internet, si hablaba era por cobrar a mi casa, y mi mamá primero me gritaba "que no sabes cuanto cuesta por coooobrarrrrrrrrr" y luego entonces oía mis suplicas, así que la cuestión de la extrañada era triple. Pero aún así la voy a extrañar mucho.
Además Tlaxcala me encanta, así que iré de visita seguido... tipo Sara García.
Próximo martes nos aventuraremos a buscar depa, casa o cuartucho de azotea, lo que aparezca primero, para invitar a la jijita a iniciar su propia vida.