Marcha del orgullo gay...

Para llegar hasta este punto dejenme contarles que decidimos mis jijas y yo pasar el día de hoy en el Distrito Federal, ya que la jija mayor se fue a Zihuatanejo de viaje por lo de su graduación de prepa, así que consideramos que nos merecíamos salir a pasear (pura envidia).





Nuestro paseo inició en el Auditorio Nacional, ya que se llevó a cabo el segundo remate de libros de la mayoría de las editoriales, muuuuuuuuy padre porque conseguimos algunos en menos de 20 pesos, libros de todos los colores y sabores, pero lo malo es que todo el D.F. decidió hacer lo mismo que nosotras, no podías en algunos espacios ni asomarte para ver los títulos.




Compramos 4 libros, dos revistas y asunto terminado, decidimos ir a comer al zócalo comida china, en la plaza de la Cd. de México hay un bufette buenísimo, pero al ir en metro hacia allá cambiamos de parecer, todo por bajarnos antes de la estación de metro zócalo, en la estación Allende, baaaaaajan, y por rápido y cerca terminamos en potzolcalli, y me receté un pozole norteño, MENUDO en mi tierra, que desde hace tiempo tenía muuuchas ganas, y es que hace un año que no voy a mi amada Coahuila, así que me lo devoré.



Salimos, para quienes conocen, por 5 de mayo y al dar vuelta hacia Madero vimos que iniciaba la marcha por el orgullo gay, y como en otras ocasiones nos ha tocado corrimos hacia allá, llegamos pero las banquetas estaban hasta el tope, no se podía caminar de tanta gente, así que de repente decidimos unirnos al contingente y marchar con ellos, para evitar los apretones en la banqueta, así que en menos de tres minutos ya estabamos en la plancha del zócalo desfilando con todos los orgullosos gays.



De seguro en una foto si salimos mis jijas y yo, ya que nos incluímos exactamente en el momento exacto de arribar al lugar en el que ellos se reúnen, si ven la nota vamos exactamente atrás del beetle azul marino, que llevaba unas banderas muy padres.



Bueno, terminada nuestra improvisada participación en la marcha, mis instinto de educadora me llevó hasta la calle de mesones a buscar adornos para el festival de clausura de mi escuela, hasta el tope también, no había por donde caminar; compras, compras y vamonos a Texcoco,de verdad parece que regalan las cosas en el centro.




4:15 de la tarde, y al subir en el metro estación Pino Suárez, juro por mi vida que me sentí como regueetonero en la news divine, aplastada, machucada, o como dicen por acá "martajada", horrrrible, las chilangas se avientan como bultos de maseca en torillería, pero ellas solas.



En la TAPO, no quieren vender boletos a Texcoco en los plus los sábados en la tarde, ya que hay mucho visitante tlaxcalteca, así que en los de 2a. sencillos pero rápidos, a las 5:20 ya habíamos llegado.


Así que a las 6 de la tarde, ya en mi cama, pensé: en menos de 8 horas casi muero aplastada, desfilé por el orgullo de los gays, comí como en mi tierra, fuí al Auditorio por libros, y hasta aproveché para avanzar en mi trabajo de la última semana en la escuela, que tal?